Este sábado jugamos nuestro
primer partido fuera de casa, una difícil prueba para el equipo debido a que
toda la pretemporada había sido en casa, sin ningún desplazamiento y como todos
sabemos, jugar en casa siempre aporta algo de seguridad.
Nos fuimos hasta Barakaldo
para jugar contra el "Boskozaleak". Fuimos en metro; siempre me gusta que el
equipo viaje junto, es donde se hace piña, y al final estos chavales son amigos,
pero siempre está bien antes de un partido que se distraigan un poco.
El partido la verdad es que no tena buena pinta antes de empezar. El campo no ayudaba mucho, cemento pulido a estas alturas no es lo mejor que se puede tener. Aparte, tuvimos un problema de actitud, hicimos el calentamiento sin intensidad y se veía venir un partido complicado. Al final del calentamiento fuimos al vestuario y comentamos una de las leyes del fútbol: "ningún partido se gana antes de empezar". Perder el respeto al rival por su trayectoria anterior solo puede significar problemas, todos los rivales son difíciles para nosotros y perderles el respeto o decir el famoso "míralos, son malísimos" es un gran error.
Parece que la charla
funcionó, salimos enchufados, haciendo sin duda la mejor primera parte de lo
que llevamos de temporada, defensa intensa ahogando al rival y
finalizaciones, aparte de un ataque en
estático con bastante movilidad.
Nos fuimos 0-4 al descanso.
Evidentemente siempre hay cosas que corregir, pero en general fue muy bien.
La segunda parte comenzó
bastante mal, encajamos un gol y en el vestuario nos habíamos dejado la
intensidad y la buena defensa. Está claro que son los peores momentos nuestros
en los partidos y tenemos que solucionarlo. Con otro resultado más ajustado
hubiéramos tenido problemas.
Al final nos repusimos y
volvimos a controlar el partido generando ocasiones y goles hasta el 1-7 final.
El partido nos ha puesto con
6 puntos y por tanto líderes de la categoría. Por mi parte, y es lo que quiero
transmitir a mis jugadores, me da igual estar primeros que novenos, lo único
que me importa es que entiendan los conceptos que estamos practicando, que sigan
su progresión y que cada vez consigan ser más independientes en la toma de
decisiones dentro de la cancha.
El trabajo que estamos
haciendo es bueno y es la línea que tenemos que seguir.
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