Esta jornada nos enfrentábamos al Dosa Salesianos, hasta el momento el rival más competitivo que hemos tenido. Ya lo sabíamos y lo trabajamos durante la semana.
El día no empezó muy bien, íbamos hasta Barakaldo y ya conocíamos el campo... A estas alturas jugar en un campo solamente cubierto por la parte de arriba, en mi opinión, no debería estar permitido en el fútbol sala. El frío en noviembre se te cuela por todos los sitios y estar en el banquillo así no te permite entrar bien en los partidos. Al margen del campo, como ya suponíamos, nos encontramos con un duro rival. Para mi gusto fuimos superiores en la primera parte, pero ellos se aprovecharon muy bien de nuestros fallos defensivos y nos fuimos al descanso 3-3.
Partido duro sin duda.
En la segunda parte
comenzamos un poco nerviosos, algo habitual y que sin duda tenemos que corregir
para mejorar. El Dosa dispuso de una clara ocasión y el balón pegó en la
cruceta. Parecía que lo necesitáramos, porque a partir de hay hicimos un gran partido. Estuvimos a un muy alto nivel
y conseguimos pasar por encima de ellos. Aumentamos la ventaja e incluso pudieron ser
más porque fallamos tres transiciones muy claras.
Al final nos vamos con unos muy importantes tres puntos para casa y con buenas sensaciones. Estamos empezando a hacer un buen fútbol sala y eso es lo mas importante. Nuestro proyecto de este año va cogiendo su forma y pasito a pasito vamos mejorando. Sin duda con esta filosofía y con mucho mucho trabajo podemos hacer un año del cual nos sintamos orgullosos.
En estas categorías esta claro que nadie quiere perder y seguir ganando es importante, porque los resultados siempre afianzan un proyecto, pero lo que más ilusión me hace es ver a los jugadores que están aprendiendo y viviendo el fútbol sala. Son semillas que sin duda recogeremos en un futuro quizá no tan lejano.
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