Victoria con sabor a derrota

Domingo, 16:00h. Las cosas antes de empezar ya eran diferentes a lo habitual. Primer partido que jugábamos a esas horas. Quizá alguien pueda pensar que no es ninguna excusa, que al final solo es un partido de fútbol sala y hay que correr igual, pero el cuerpo tiene sus ritmos y cambiarlo afecta.

Comenzamos muy bien el partido, intensos y sin dejar muchas opciones al rival, tuvimos muy buena pegada y nos fuimos al descanso 0-6, sin duda todo presagiaba una segunda parte tranquila y en la misma línea. En el descanso hablamos de que teníamos que seguir igual, que todos los goles que metiéramos eran en beneficio nuestro para el futuro.

Todo salio al revés. Salimos sin intensidad, andando por el campo e intentando cada uno hacer sus goles de manera individual. Fue una dura segunda parte. Nos llegamos a poner 4-6 y mirando el reloj de reojo. Parecía que se acercaba la remontada, ellos tenían una trayectoria ascendente en el partido y nosotros nos estábamos cayendo al abismo. Quizá por su falta de calidad o porque el resultado de la primera parte pesaba mucho, el partido acabo con un gol nuestro, que nos daba un poco de calma. 4-7 al final y gracias.

Hay que sacar una lectura muy clara del partido. Si te relajas, sufres. Tan sencillo como eso.

No tenemos el nivel de Castro, Goiztiri, Bilbo o equipos así que se pueden permitir bajar el pistón y mantener el partido por su calidad. Nosotros tenemos que sudar hasta el final del partido, esa tiene que ser nuestra seña de identidad y tenemos que grabárnoslo a fuego si queremos competir en lo alto de la tabla.

El equipo se esta esforzando y el cambio es más que evidente, pero tenemos que conocernos mejor a nosotros mismos y saber de las limitaciones que tenemos. El esfuerzo nos va a marcar siempre el buen camino y el trabajo constante y duro nos dará los resultados.

Hay que sacar una lectura positiva de esto. Enseguida el equipo se dio cuenta de lo que había hecho mal y se admitieron los errores, es un gran paso para no volver a cometerlos.